domingo, diciembre 07, 2008

Fallece la riojana Olga Bejano, pentapléjica durante más de 20 años. La Rioja.

La riojana Olga Bejano, pentapléjica desde hace más de 20 años, falleció durante la madrugada de este viernes debido a una parada cardiorrespiratoria, consecuencia de una fuerte neumonía que sufría desde hace varios días. Bejano contrajo en 1987 una enfermedad neuromuscular que terminó paralizando casi todo su cuerpo. Durante más de dos décadas no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda.Además, había padecido casi 200 neumonías y varias decenas de intervenciones quirúrgicas.


Sin embargo, Olga encontró un método para comunicarse con el exterior haciendo unos levísimos movimientos, aparentemente incomprensibles, con los impulsos de su rodilla. Sus distintas enfermeras aprendieron a traducir lentamente este singular 'abecedario'. Gracias a este original sistema, la ahora fallecida había publicado tres libros: 'Voz de papel', 'Alma de color salmón' y 'Los Garabatos de Dios'. El último de ellos era una profunda reflexión sobre la grandeza y los límites del ser humano y, especialmente, sobre la capacidad de superación de las personas.
Actualmente se encontraba escribiendo su cuarto libro, titulado 'Alas rotas'.
Profunda creyente, la parapléjica afirmaba en la última entrevista que había concedido que "mi 'sprint' final, por muchos motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia". Durante su penosa enfermedad, Olga mantuvo una breve correspondencia con el también pentapléjico Ramón Sampedro, a quien ayudaron a morir. En su segundo libro, Olga relataba que "Ramón me dijo que no podía entender cómo en esas condiciones yo quería seguir viviendo: le respondí que tenía tantas ganas o más que él de irme. Al contrario que él, yo sí era creyente y quería que Dios decidiera cuál era mi día y mi hora".


En los últimos tiempos, Olga Bejano había protestado públicamente por una disputa político-administrativa con el Gobierno de La Rioja, que le impedía contar con una enfermera todos los días y le obligaba a estar en cama la mayor parte del tiempo.
Por eso motivo, decidió devolver la Medalla de Oro de La Rioja que le había sido concedida hace una década.